El ajuste de la exposición es quizá el aspecto técnico más importante de la fotografía, ya que determina la cantidad de luz que llega al sensor y, en consecuencia, los niveles de brillo que mostrará la imagen capturada.
En el artículo dedicado al exposímetro, vimos que la función del exposímetro integrado en la cámara es medir la luz que refleja la escena y llega al sensor a través del objetivo.
El exposímetro integrado de todas las cámaras réflex y de la mayoría de las cámaras compactas dispone de diferentes modos de medición de la exposición, en función de la zona de la escena cuyo nivel de iluminación se analiza:
- Medición matricial
- Medición ponderada al centro
- Medición puntual
A continuación vamos a ver de forma detallada cada una de ellas.
Medición Matricial
El modo de medición matricial es el modo de medición por defecto en la mayoría de las cámaras. Recibe diferentes nombres según el fabricante de la cámara: matricial, evaluativa, multisegmento, etc.
En la medición matricial el exposímetro mide el nivel de iluminación de varias zonas de la escena, analizando posteriormente los datos obtenidos para establecer el valor de exposición adecuado.
La forma en que se procesa la información obtenida por el exposímetro depende del fabricante de la cámara, aunque habitualmente se tienen en cuenta los siguientes parámetros:
- El brillo medio de la escena
- El contraste entre las partes superior e inferior de la imagen
- El brillo de la zona de enfoque seleccionada
- La información de color
- La posición de la zona de enfoque seleccionada
- La distancia del objeto enfocado
Adicionalmente, fabricantes como Nikon afirman que almacenan en la cámara una base de datos de miles de exposiciones, de tal forma que el procesador utiliza esta información para determinar el tipo de escena que se está fotografiando y determinar así el valor de exposición de forma más precisa
El modo de medición matricial produce un buen resultado en la mayoría de las situaciones: fotografía de paisajes, retratos, etc. No obstante, si la escena está muy contrastada, como ocurre cuando nos situamos a contraluz o en la fotografía nocturna, la exposición puede ser incorrecta.
Medición ponderada al centro
En la medición ponderada al centro el exposímetro mide el nivel de iluminación de toda la escena, aunque a la hora de establecer el valor de exposición da más peso a la zona central.
Para el cálculo del valor de exposición se asigna a la zona central de la imagen un peso que oscila entre el 60% y el 80% del total (dependiendo del fabricante de la cámara). Además, algunas cámaras permiten al usuario ajustar el tamaño de la zona central al que se va a dar más importancia.
La medición ponderada al centro es adecuada en las situaciones en las que el sujeto principal se encuentra en el centro de la imagen, por ejemplo en retratos de primer plano o paisajes no muy contrastados. Hay que destacar que la medición ponderada al centro no tiene en cuenta el punto de enfoque seleccionado.
Antes de la aparición del modo de medición matricial, la medición ponderada al centro era el sistema que utilizaban la mayoría de las cámaras. Hoy en día el modo de medición central está más o menos superado debido a la potencia del modo matricial y a la especificidad de la medición puntual.
Sin embargo, hay fotógrafos que siguen prefiriendo este modo de medición sobre la matricial debido a que, en comparación con el modo de medición matricial, sus resultados son más predecibles y fáciles de interpretar.
Medición puntual
En la medición puntual, el exposímetro de la cámara sólo mide el brillo de un área muy pequeña de la escena (entre el 1% y el 5% ). Este área será el punto de enfoque seleccionado.
La medición puntual es una forma muy precisa de medir la exposición para asegurar que la zona de la imagen que nos interesa se encuentra correctamente expuesta, sin que se vea influenciada por otras áreas.
Es útil para fotografiar escenas muy alto contraste. Por ejemplo, si es por la noche y vamos a fotografiar a una persona iluminada por una farola, la medición puntual permite al fotógrafo para medir la luz que refleja la cara del sujeto para que quede expuesta correctamente. Aunque el fondo quedará muy oscuro, en este caso nos interesaba que la cara se viera correctamente
Con mucha frecuencia, la medición puntual se utiliza en la fotografía de espectáculos, en la que los artistas reciben una iluminación intensa de los focos y el resto de la escena está oscuro o incluso negro. La medición puntual sólo tiene en cuenta a los artistas, haciendo caso omiso de la oscuridad general de la escena.
Cuando utilizamos el modo de medición puntual debemos asegurarnos bien que seleccionamos la zona de la imagen que deseamos que salga bien expuesta.
¿Qué modo de medición utilizo?
A la hora de medir el nivel de iluminación y establecer el valor de exposición es importante analizar la iluminación de la escena e interpretar el valor de exposición propuesto por el exposímetro de la cámara. ¿Donde se encuentran las luces y las sombras? ¿Hay mucho contraste entre unas y otras? El sujeto que estamos fotografiando ¿es muy claro? ¿es muy oscuro?
El modo de medición matricial es adecuado para la mayoría de las situaciones. Si tomamos la fotografía con la exposición propuesta obtendremos una imagen bien expuesta. No obstante, no es adecuado para escenas con mucho contraste (cuando hay mucha diferencia entre las zonas de luces y las de sombra) y si estamos fotografiando objetos muy claros o muy oscuros pude ser necesario aumentar o reducir la exposición que indica el exposímetro
Los resultados del modo de medición central suelen ser muy parecidos a los del modo matricial, aunque en determinadas situaciones el modo de medición matricial produce mejores resultados. El modo de medición ponderado al centro puede ser útil para fotógrafos a los que no les gusta el modo de medición matricial y son ellos los que prefieren interpretar los resultados del exposímetro y hacer los ajustes que estimen necesarios
El modo de medición puntual es útil en escenas muy contrastadas, en las que otros modos de medición tienden a hacer un promedio o a dar más peso a una zona de la escena que no tiene por qué ser la que más nos interesa.